Amritapuri Ashram –1 enero 2018 

Esta es la hora auspiciosa en la que el mundo entra en un nuevo año. Todos sueñan con un futuro feliz y lleno de suerte, con que 2018 esté lleno de felicidad y paz, menos guerra y conflicto. Pero rezar y esperar un futuro favorable no es suficiente. Debemos estar dispuestos a trabajar con lucidez, determinación y auto confianza. Concienciando nuestros errores del pasado y aprendiendo de ellos, avanzando y trabajando con entusiasmo. Si realmente ponemos esfuerzo, recibiremos definitivamente la gracia de Dios. De este modo, podremos crear un mundo lleno de bondad, paz y amor. Que este nuevo año nos capacite para acercarnos más a Dios, a la naturaleza y a nuestro prójimo.

Todos disfrutamos con la novedad,  pero hijos míos, ¿hemos pensado alguna vez en qué es lo que presta algo a ese sentido de frescura? Es cuando nuestro corazón tiene amor y apertura, entonces es cuando podemos ver la bondad y la belleza en todo. Cada uno de nosotros tiene una flor creciendo en el jardín del corazón, pero normalmente sus flores están cubiertas con las hojas muertas del egoísmo, la ira y la envidia. Esto nos impide poder despertar nuestra bondad interna. Eliminemos la basura mental del odio y la envidia y despertemos el pensamiento positivo. Alimentemos una mente que no albergue resentimientos del pasado sino que reciba todo nuevo. Si hacemos esto podremos ver novedad y belleza en todas partes y descubrir alegría en ello.

01 enero 2017, Amritapuri – Mensaje de Año Nuevo

Extractos del mensaje de Amma de Año Nuevo.

Avanzando por nuestra senda de experiencias hemos dejado atrás el año 2016. Ahora tenemos por delante de nosotros otro año lleno de nuevas esperanzas y expectativas.  Cada nuevo año es como una nueva página del libro de nuestra vida. Lo que escribamos en él es cosa nuestra. Si queremos podemos llenarla de cartas de amor, compasión, paz y conocimiento, o podemos llenarle con cartas de odio, ira y oscuridad. Ojalá podamos llenar la pluma de viveka (discernimiento) con la tinta del esfuerzo personal y comenzar estas nuevas páginas escribiendo algo nuevo.

En este nuevo año, ojalá que nuestro rostro se ilumine con la sonrisa del amor. Que nuestra mente se serene libre de temor y angustia. Que nuestros corazones se llenen de compasión, que el sol de viveka (discernimiento) ilumine nuestra mente. Que nuestro objetivo sea crear un mundo de paz y armonía.

Oímos decir a mucha gente que el 2016 no ha sido un buen año. Pero deberíamos reflexionar y pensar acerca de quién es el culpable de esto. ¿Fue la culpa del año o fue nuestra? ¿Utilizamos el año  para hacer un esfuerzo por aprender, crecer y elevarnos?¿O lo perdimos en búsquedas triviales?

Igual que cada noche el  propietario de un pequeño negocio pondera sus beneficios y pérdidas, el nuevo año es una buena ocasión de mirar atrás y reflexionar acerca del año que acaba. Hoy deberíamos hacer un pequeño análisis personal, mirando hacia nuestras acciones y actitudes y deberíamos preguntarnos: ¿dónde estoy ganando? ¿dónde estoy perdiendo? Deberíamos hacer una resolución sincera para salvaguardar nuestros avances espirituales y renunciar a nuestras negatividades.